mediados del siglo XIX, esta festividad, (de máxima solemnidad católica y que conmemora el Sacramento de la Eucaristía) se fusiona  con una representación artística materializada en una alfombra de flores, cuya autoría se debe a las aristócratas María Teresa y María Pilar Monteverde, deseosas de celebrar el paso de las Andas del Corpus frente a su casa.

Poco tiempo hizo falta para que otras familias imitaran la misma escenografía y con el paso de los años todas estas alfombras fueron cubriendo la cotidianidad de las calles para dar paso a un gran corrido de flores que responde al único deseo de ser pisado por la Procesión del Corpus Christi, de ahí su carácter efímero.

«En la actualidad, tanto los tapices de flores como los de arena adquieren igual protagonismo.»

Las fiestas alcanzan su máxima expresión en la Plaza del Ayuntamiento, donde una alfombra realizada con arenas del Teide cubre por completo su perímetro. Al igual que con las flores, el tapiz de arena tampoco tiene permanencia en el tiempo, solo se concibe para crear un espacio sagrado y esperar a que se realice el ritual litúrgico. Es su única razón de ser. Tanto la realización de las alfombras de flores como los tapices de arena empiezan a planificarse con algunos meses de antelación. 

Ambos requieren diferentes técnicas para su elaboración. Las alfombras de flores, por ejemplo, exigen un exhaustivo y esmerado trabajo que consiste en el deshoje  de los pétalos, generalmente realizado el día antes de la celebración.

En el día de la festividad se suministran a los artistas las cajas de flores para que comiencen a realizar las alfombras. 

El trabajo en equipo es fundamental en la realización de la alfombra, la cual se confecciona  siempre siguiendo un diseño de un cuadro o de un corrido. El cuadro  representa siempre escenas de la eucaristía o del ciclo católico y los corridos cumplen solo una función decorativa. En ambos casos se utilizan plantillas.

«Es necesario regar el tapiz con agua para que mantenga vivo el cromatismo debido a que los pétalos son muy endebles.»

Con las alfombras de tierra todo cambia, excepto que éstas también requieren de un trabajo en equipo y de un boceto. 

Para su confección se utiliza tierras volcánicas procedentes de las Cañadas del Teide debido a la gran riqueza cromática que poseen.

Estas tierras se tamizan y se mezclan unas con otras para conseguir otras tonalidades. Una vez  que se obtienen todos los colores, se comienza a rellenar los dibujos que se han trazado sobre el pavimento de la plaza. 

El relleno de tierra es manual y requiere de mucha paciencia.

«La Orotava cuenta actualmente con un Museo de las Alfombras y una Asociación  de Alfombristas, cuyo objetivo es preservar y fomentar esta tradición, actividad iniciada en el siglo XIX .»

Este 7 de Junio de 2018  y como cada año, serán cuatro las calles por las que transcurrirá  la procesión del Corpus:  Calle Colegio, Calle Carrera, Calle Tomás Pérez y Calle Inocencio García. A lo largo de todas ellas podremos hacer un recuento de 34 alfombras, todas de flores.

Es el día grande y merece la pena sentir el olor a brezo, los colores, el ambiente, la gente, todo es diferente. Aflora la tradición, el fervor, el arte, la devoción de los mayores y de los más jóvenes.

Escenario ideal para grabar en nuestras retinas y en los objetivos de nuestras cámaras ese arte efímero, fugaz, que desde hace dos siglos y como fenómeno aristocrático nace para lo que nace, sin otra pretensión que ser la base de un ritual religioso, que aglutina a miles de personas y que está declarado como Bien de Interés Turístico.